Aragón - Provincia de Huesca
San Miguel de Abós
(Jaca, La Jacetania)
42º 34,642'N ; 0º 31,903'O
Las primeras noticias del núcleo de Abós, las encontramos en 1059, en el
testamento de Oriol Iñiguez y su esposa Sancha.
En
1187, Alfonso II donó la villa y también su iglesia
a la catedral de
San Pedro
de Jaca.
Tres siglos más tarde, en 1426, el último vicario de San Miguel de Abós, dejó constancia que el lugar de Abós ya se encontraba deshabitado. Por lo tanto pronto perdió la condición de parroquia y quedó como una capilla, situada en los alrededores de Jaca.
En
el siglo XVIII fue convertida en polvorín, como la vecina San Miguel de
Larbesa.
Para cumplir esta tarea se modificaron algunos de sus elementos, se abrieron
numerosas aspilleras y se rodeó de un recinto fortificado.
Cuando dejó de cumplir esta nueva función, pasó a ser un almacén agrario, que
a principios del siglo XX sufrió un incendio.
Fue en este momento que se hundió la cubierta de la nave.
Actualmente no queda nada del antiguo pueblo y la iglesia ha quedado en medio
de la carretera nacional 330 a la altura del acceso a la ciudad de Jaca.
Estaba formada por una sola nave rematada al este por un ábside semicircular.
Este está decorado con una imposta, que separa los muros laterales de la
bóveda de cuarto de círculo, hundida a principios del año 2010.
Resulta muy complicado acceder al interior del templo.
Primero hay que arriesgarse a cruzar las carreteras que lo rodean.
Si
hemos conseguido superar este nivel, la construcción del nudo vial hizo que el
templo haya quedado en un punto más elevado que la carretera y este tipo de
talud tiene un corte casi vertical.
Si
nos atrevemos a subir, la espesa vegetación que ha crecido en su interior y
los restos de los elementos que se han ido derrumbando con el paso de los años,
hace inviable poder adentrarse.
Este cúmulo de circunstancias hace que no sea posible acceder al interior sin
poner la vida en riesgo.
Por este motivo no podemos ofrecer imágenes de la nave y la cabecera.
El
acceso al templo estaba en el muro sur.
La
puerta es de medio punto y dovelada, aunque presenta un estado de erosión
considerable.
Todavía se puede ver la moldura de ajedrezado jaqués con que estaba decorada.
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